El principio del fin


Escasamente un par de números de SIC atrás, las páginas de esta revista se hacían eco de la siguiente aseveración: «En el mercado español de certificación digital hay sitio para varios, pero no para todos». Estas declaraciones –cuya autoría corresponde al director general de ACE, Francisco Ginel–, parecen haber sido proféticas, aunque no del todo. Si acaso, premonitorias de que, por fin, cabe atisbar una salida al letargo y atonía de la certificación digital.
Desde las fechas de su publicación, allá por septiembre pasado, no pocos avatares han sucedido vinculados con el gremio de ‘actores’ protagonistas –existentes y por venir– en los escenarios de este ‘drama’ mercantil en España. Veamos algunos:
LUIS G. FERNÁNDEZ
Editor
lfernandez@codasic.com
> la ley de firma electrónica –la de verdad– va sustanciándose a través de su anteproyecto. Habrá debate.
> el DNI electrónico made in Spain va cobrando forma nítida y todo parece indicar que va a ser EL PROYECTO, así, con capitulares. La cuenta atrás para la popularización y despegue real de la actividad a través de medios electrónicos podría haber comenzado.
> el brusco repliegue y consecuente modificación de la estrategia de Baltimore para con el mercado español –y restantes– podría desequilibrar una balanza que hasta hace bien poco se las pañaba estupendamente para no parecer descompensada, pese a la historia,
> la ganancia de pescadores de Safelayer en el río revuelto de los recursos humanos sin duda revertirá positivamente en su anunciada extensión tentacular continental (que no se olviden sus gestores de España por vivir el sueño multinacional),
> ¿es hora de pasar del «In god we trust» al «En trust we got»? Entrust, «¿en modo promiscuo?»
> VeriSign: ¡a la chita callando, Identrus pitando..!
> sigue sin atisbarse el ‘auténtico’ rostro de RSA Security, acaso ensimismada en las cuatro paredes de sus dos dimensiones, aunque eso sí, armada hasta los dientes
> la catarsis límbica e inalámbrica de la opción noreuropea de SmartTrust no acaba de dar síntomas de recuperación

Hasta el inefable Bill Gates, en verborrea telemática a sus empleados, no más acaba de arengarles a que conviertan la seguridad en máxima prioridad, a que la informática sea fiable y a que no hay que olvidarse de la privacidad.

Sin duda algo está cambiando. ¡Este 2002 suena bien!

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