Lo
cierto es que el conjunto de compañías dedicadas "en
exclusiva o no" a la provisión de servicios de certificación
electrónica en España con fines mercantiles, tiene en la
actualidad demasiados protagonistas, y aquellos que entienden indican
que en un futuro a medio plazo habrá sitio para como mucho un par
largo de PSC de "amplio espectro", aquellos cuya fortaleza financiera
les permita seguir invirtiendo hasta que las piezas de este angustioso
mercado encajen.
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JOSÉ
DE LA PEÑA MUÑOZ
Director
jpm@codasic.com
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Y
la FNMT-RCM, el prestador que más certificados electrónicos
ha emitido en este país hasta la fecha (por razones de todos conocidas),
tiene las papeletas justas para ser uno de ellos, ya que su fortaleza financiera
esta fuera de toda duda, y además ha desarrollado una caterva de
servicios de certificación interesante. Esta, pues, preparada para
"competir" en el nuevo escenario, aquel en el que ella entra en
el mercado privado y otros PSC, aunque tarde a su pesar, tienen la opción
de hacer lo propio en algunos ámbitos de las administraciones.
Para que la maquinaria quede a punto, los responsables de la "Fábrica"
han terminado con la incertidumbre existente acerca de la tecnología
de PKI que a partir de ahora utilizará la entidad pública
empresarial, tras la decisión de no proseguir con la canadiense Entrust.
Antes de verano parecía que la seleccionada iba a ser la de la irlandesa
Baltimore, dedicada los últimos meses al menester de soltar lastre
y hacer caja; sin embargo, de entre las presentadas, la propuesta elegida
por la Real Casa de la Moneda ha sido finalmente la encabezada por Indra
con las herramientas tecnológicas de Safelayer. La cosa, pues, se
queda en casa. Esta vez. |