FNMT-RCM: ¿incógnita despejada?


La FNMT-RCM ofrece ya sus servicios de certificación electrónica a empresas y particulares. Este movimiento, anunciado antes de verano por su presidente y director general, Gonzalo Ferre Moltó, en las II Jornadas Ceres, supone todo un reto para la Real Casa de la Moneda, que habrá de adaptar su oferta y su modus operandi a los condicionantes del sector privado, cosa que quizás no resulte sencilla después de dedicarse durante años al sector público, a cuyos responsables (incluidos los políticos) se ha vendido legítimamente eso de "acercar la administración a los ciudadanos", empeño loable en el que por otra parte es menester aplicar más presupuesto y constancia.
Lo cierto es que el conjunto de compañías dedicadas "en exclusiva o no" a la provisión de servicios de certificación electrónica en España con fines mercantiles, tiene en la actualidad demasiados protagonistas, y aquellos que entienden indican que en un futuro a medio plazo habrá sitio para como mucho un par largo de PSC de "amplio espectro", aquellos cuya fortaleza financiera les permita seguir invirtiendo hasta que las piezas de este angustioso mercado encajen.
JOSÉ DE LA PEÑA MUÑOZ
Director
jpm@codasic.com
Y la FNMT-RCM, el prestador que más certificados electrónicos ha emitido en este país hasta la fecha (por razones de todos conocidas), tiene las papeletas justas para ser uno de ellos, ya que su fortaleza financiera esta fuera de toda duda, y además ha desarrollado una caterva de servicios de certificación interesante. Esta, pues, preparada para "competir" en el nuevo escenario, aquel en el que ella entra en el mercado privado y otros PSC, aunque tarde a su pesar, tienen la opción de hacer lo propio en algunos ámbitos de las administraciones.
Para que la maquinaria quede a punto, los responsables de la "Fábrica" han terminado con la incertidumbre existente acerca de la tecnología de PKI que a partir de ahora utilizará la entidad pública empresarial, tras la decisión de no proseguir con la canadiense Entrust.
Antes de verano parecía que la seleccionada iba a ser la de la irlandesa Baltimore, dedicada los últimos meses al menester de soltar lastre y hacer caja; sin embargo, de entre las presentadas, la propuesta elegida por la Real Casa de la Moneda ha sido finalmente la encabezada por Indra con las herramientas tecnológicas de Safelayer. La cosa, pues, se queda en casa. Esta vez.

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