– ¿Qué hitos ha alcanzado la división de Nokia, Enterprise Solutions, en su primer ejercicio con esta nueva denominación?
– El mayor de los hitos ha sido garantizar la convergencia, es decir, ser capaces de construir un nuevo proyecto a partir de lo que inicialmente eran unidades de negocio con objetivos, tecnologías y canales totalmente diferentes, y creo que lo hemos conseguido, aunque la reorganización continúa, porque un proceso de este tipo no se completa en un año. En cualquier caso, si bien no es tarea fácil refundir tecnologías como las de seguridad y movilidad, el balance es muy satisfactorio porque, entre otros, hemos alcanzado el objetivo financiero, con una facturación de 830 millones de euros. Lo cierto es que ya llamamos la atención de las otras tres grandes divisiones de la compañía, porque nuestra cifra de ventas ha aumentado un 57% en el último año, lo que supone un crecimiento notorio.
– ¿Cuál es la situación actual de uno de los dos ejes de negocio de la división, la gama de appliances de seguridad de red? ¿Cómo han respondido los antiguos clientes de la compañía a su nueva estrategia?
– Cuando lanzamos nuestra nueva estrategia a principios de 2004 resultó algo confusa, ya que el mensaje no estaba rodado ni los clientes y los productos estaban listos. Ahora, los clientes de Nokia se siente tranquilizados al ver que les podemos seguir ofreciendo nuestros dispositivos de seguridad, a la vez que incrementamos su número y continuamos desarrollando el sistema operativo, ya que para ellos es importante saber que la empresa continúa trabajando en esta dirección. Es más, recientemente hemos empezado en Europa una agenda de visitas a las cuentas más grandes de la compañía para presentarles un roadmap de seguridad a dos años. Por otra parte, la tecnología que ofrecemos actualmente no es más que la derivación de CryptoCluster, que retiramos del mercado hace cuatro años y que hemos seguido desarrollando y ampliando cada vez más con la idea del cliente móvil. Igualmente, nuestra relación con Check Point continúa siendo inmejorable y en este punto puedo adelantar también que en un plazo de un mes o mes y medio se van a producir macro-acuerdos con grandes fabricantes de la industria los cuales van a adoptar y de los cuales vamos a soportar un cruce de tecnologías.
– ¿Está superado entonces el bache que tuvo la compañía en su momento con algunos clientes de plataformas de seguridad, por problemas con alguno de sus partners?
– Efectivamente, hemos tenido en un cliente algunas dificultades técnicas que se han resuelto a trancas y barrancas, pero bueno, todos los fabricantes hemos sufrido y sufriremos este tipo de situaciones. En el caso de Nokia puedo decir que se trata de “habas contadas” aunque, lógicamente, cuando se producen son noticia. En este sentido, Nokia rompió los acuerdos que tenía con Internet Security Systems hace dos años, al igual que hemos roto otros en el pasado y romperemos en el futuro, en función de las demandas del mercado.
– ¿En qué nuevas aplicaciones y soluciones de seguridad para sus terminales móviles está trabajando la compañía y de la mano de qué partners?
– Es importante partir de la idea de que no hay acceso posible de estas soluciones al mercado empresarial sin la seguridad. En este sentido, hemos lanzado recientemente al mercado corporativo el smartphone 9300, que como el Comunicador 9500, cuenta con destacadas funcionalidades de seguridad. Entre ellas figura el bloqueo remoto del dispositivo mediante mensaje SMS, para el caso de pérdida o robo del mismo; y un cliente VPN basado en Symbian y la consola de administración de usuarios móviles Security Service Manager. Además, nuestros acuerdos con Pointsec y Symantec nos han permitido integrar en estos dos modelos, por un lado, una tecnología de cifrado de información crítica a tiempo real, como correo electrónico, mensajes de texto e imágenes, y por otro, una solución antivirus y un cortafuegos.
– ¿Qué resta entonces para ofrecer una solución completa de seguridad a los usuarios móviles de Nokia?
– Siempre faltarán cosas, porque garantizar la seguridad completa es una tarea que no tiene fin. De cualquier forma, hasta ahora hemos conseguido implementar en nuestros terminales móviles prácticamente el 100% de las funcionalidades de seguridad que instalan las compañías en sus PCs. Sin embargo, somos conscientes de que día a día aparecen nuevos tipos de ataques que obligan al desarrollo de tecnologías que los combatan, y conforme éstas estén disponibles las implementaremos en nuestros móviles.
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“Todavía es pronto para valorar el uso del futuro DNI electrónico en escenarios móviles” |
– ¿Valora la compañía la incorporación de tecnologías de seguridad más avanzadas, como la biometría, soluciones de autenticación fuerte o incluso la implementación en sus móviles del futuro DNI electrónico?
– La tendencia de los próximos años será lógicamente aportar medidas de biometría, de autenticación, otros sistemas de detección de ataques, no hay límites en este sentido. Pero también a su debido tiempo; hay que dejar que los usuarios las asimilen. Podríamos incorporar todo tipo de soluciones en un teléfono pero conviene ser juicioso; tiene que tratarse de una evolución controlada. En el caso de la tecnología de autenticación fuerte, los modelos para el entorno corporativo 9300 y 9500 soportan actualmente cualquier sistema generalizado (como Radius o LDAP), de la misma forma que soportamos cualquier tipo de certificado digital estándar. Ahora bien, por supuesto que creo, y espero que sea pronto, que los fabricantes implementarán sus sistemas de autenticación en nuestros teléfonos de forma que el terminal disponga de capacidad de proceso para generar su propia clave. Respecto a iniciativas como el DNI electrónico, creo que todavía es un poco pronto para valorar su futuro uso en escenarios móviles. Ya que se trata de iniciativas locales hay que esperar y ver cómo evolucionan éstas y el propio mercado, o si nace de ello un estándar; seguramente en un año sabremos más.
– ¿Qué opina de las nuevas amenazas a la seguridad, como el phishing, y su repercusión en la tecnología móvil y cómo se está preparando Nokia al respecto?
– Sin caer en el alarmismo, siempre existe el riesgo, pero la industria se está preparando y el lanzamiento de terminales que ofrecen la posibilidad de adoptar medidas de seguridad augura una situación muy diferente a la vivida años atrás con el mundo de los PCs. Desde Nokia siempre intentaremos dar la mejor cobertura a nuestros usuarios ante este tipo de episodios, aunque eso sí, cuando sea razonable y el mercado esté dispuesto a asumir el coste, y siempre que haya soluciones que se puedan adoptar. Nosotros no somos una empresa de seguridad aunque sea un aspecto clave en el que estamos trabajando, sino que colaboramos con los grandes actores de la industria que desarrollan o implementan sus productos en nuestras plataformas.
– ¿Cuál cree que es el freno a la adopción masiva de las soluciones móviles en los procesos de negocio de las empresas españolas?
– Sin duda, el desconocimiento y la escasa preparación del canal al respecto. A pesar de esto, poco a poco los principales actores del sector se están moviendo y acabará por crearse un hueco. De todas formas España, en relación con otros países, tarda mucho en adoptar determinadas tecnologías, por eso esta situación no nos es extraña ni nos inquieta. Excepto con las compañías más grandes, con las que ya hemos cerrado acuerdos y estamos desarrollando proyectos, se podría decir que nos encontramos en fase de “evangelización”. De cualquier forma, el plazo hoy es infinitamente menor que hace un año, cuando la situación era poco menos que predicar en el desierto.
– ¿Qué perspectivas aguardan al teléfono móvil siendo como es, cada vez más, la integración de un extenso conjunto de funcionalidades? ¿Qué futuro le depara a otros dispositivos de mano como las PDA o las Blackberry?
– Creo que no hay límite. Si ahora mismo hay un dispositivo que va a evolucionar en los próximos años de forma sorprendente ese es el móvil. De hecho, la evolución que ha sufrido en los últimos diez años no tiene parangón con cualquier otra tecnología. Por el contrario, los otros dispositivos que menciona tienen un grave problema, y es el hecho de que para sus fabricantes va a ser mucho más difícil la evolución hacia una solución que soporte comunicaciones con todas sus funcionalidades, porque tienen 15 años de retraso, que para nosotros realizar el proceso contrario. En el caso de Nokia, además, estamos haciendo evolucionar nuestros teléfonos junto a los líderes del consorcio Symbian, lo que es importante, ya que no estamos hablando de una iniciativa independiente, sino en asociación. Creo que los fabricantes de PDAs y otros handhelds similares los harán evolucionar también hacia otro tipo de terminales. ¿Quién ganará en este proceso de evolución? Nadie lo sabe, aunque en este negocio tenemos las de ganar, porque los fabricantes del consorcio Symbian lo estamos haciendo francamente bien.
– ¿Cuáles son los hitos que se ha marcado la filial española para el ejercicio en curso?
–Se trata de objetivos de calidad; de hecho, progresivamente hemos finalizado los acuerdos con 50 de los 80 partners con los que inicialmente trabajaba la compañía, con el ánimo de centrarnos en esos 30 restantes, además de otras empresas que muestran interés en trabajar con nosotros. Por lo que respecta a nuestra gama de seguridad perimetral queremos seguir desarrollando el sistema operativo IPSO de nuestras plataformas, uno de los activos más valiosos de la compañía y de los menos castigados de la industria por fallos de seguridad; reforzar la oferta de conectividad móvil con Secure Access System, nuestra tecnología SSL VPN, cuya versión 3.0 se ha lanzado recientemente, y la integración sin fisuras del cliente VPN de Nokia Mobile para el Comunicador 9500, el smartphone 9300 y los últimos modelos de la Serie 60, entre otros propósitos. En el apartado de movilidad, queremos seguir desarrollando el canal, y trabajando con las compañías que lo integran para que busquen clientes cuyos procesos de negocio se puedan mejorar con la tecnología móvil, y por supuesto este va a ser el año de la puesta en marcha de un núcleo duro con capacidad para crear proyectos en empresas.