¡QUÉ VIENE
MICROSOFT!


Se veía venir. A la chita callando –y las vulnerabilidades tapando– la todopoderosa Microsoft viene realizando una serie de movimientos correctivos sin duda encaminados, de una parte, a atenuar la desconfianza que el consumidor empresarial y doméstico le profesan ante la histórica endeblez de sus desarrollos y servicios, y de otra, a evitar que la persistente inseguridad telemática actual dé al traste con la sociedad de la información, y, por qué no, a facturar más compitiendo en un segmento de mercado de gran vitalidad.
Como antesala de lo dicho, recuérdese la ‘Informática de confianza’, la histórica proclama y subsiguiente propósito de enmienda de Bill Gates, por el que hace un par de años instaba a sus cuadrillas de I+D+i de Redmond a replantearse sus creaciones, conminándolas a dotarse desde sus etapas iniciales de desarrollo de la adecuada seguridad.
  
LUIS G. FERNÁNDEZ  
Editor  
lfernandez@codasic.com  
A este alentador inicio habrían de sumarse su nueva y mejorada política de actualizaciones, y las recientes adquisiciones de Gecad y Sybari Software –dos compañías centradas en seguridad TIC–, para reconducir el virulento desmadre de los códigos maliciosos por doquiera IP.
Pero esto no acaba aquí. Nuevos objetivos vinculados con la seguridad se otean en su horizonte empresarial. El primero de ellos, derivado de una decisión aparentemente suicida, causará polémica: Microsoft va a comenzar a comercializar sus propios ‘appliances’ de seguridad, para proporcionar un hardware dedicado, menos vulnerable, a su propios SO, aplicaciones y servidores. En su etapa inicial la venta de ISA Server 2004 será llevada a efecto con la ayuda de un mayorista europeo bien conocido por estos lares: Allasso, filial de Intechnology.
Por otro lado, Microsoft ya ha pergeñado otra solución de seguridad que causará impacto. Bautizada como Windows OneCare Live, cuyas polifuncionalidades de protección abarcan antivirus, anti-código espía, cortafuegos y software de copias de seguridad, verá la luz en 2006, estará dirigida a usuarios finales y consistirá en un servicio de suscripción.
Tampoco parece perder de vista la gestión de identidades. La compañía dirigida por Steve Ballmer ha decidido hincarle el diente al tema, ahora sí, de forma seria y ambiciosa. Responde a la denominación “Metasistema de Identidad”, un modelo con fundamento encaminado a proporcionar interoperabilidad a todos los sistemas de identidad internos de las compañías y a través de Internet. En su advenimiento masivo será determinante la estandarización.
Por último, los escenarios inalámbricos tampoco se escapan del acecho de los especialistas de Redmond. Recientemente se han reforzado las capacidades de seguridad wireless para el Service Pack 2 de Windows XP mediante el apoyo al estándar WPA2 (Wi-Fi Protected Access 2), segunda generación del WPA.
Conviene asumir pues que Microsoft está firmemente decidida a jugar la partida de la seguridad. No será un rival desdeñable pero ello debería servir a todos los actores clásicos de esta industria como un acicate para la mejora.

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