Indra es una compañía de referencia es muchas áreas, y una de ellas es precisamente la de seguridad, que constituye un mercado vertical bien establecido y en el que ocupa un lugar muy digno de tenerse en cuenta la de la información, ámbito específico en el que esta empresa mantiene en España una posición francamente destacada (referencias no le faltan), y que va a crecer tras esta operación, especialmente por la adquisición de Azertia, que aporta un buen equipo de profesionales de consultoría dedicados a la continuidad de negocio y la seguridad, acostumbrado también a colaborar con grandes organizaciones.
A la posición sobresaliente de Indra en la seguridad TIC ha contribuido la madrugadora visión estratégica de sus gestores (algo que no puede decirse de otras firmas de consultoría y TI que operan en el mercado español). Y su apuesta por este nicho de mercado se confirma en operaciones de menor calado que la que nos ocupa, pero de mucho significado en el sector de la protección de la información, como por ejemplo su participación en los capitales sociales de IP Sistemas y del fabricante Safelayer.
Lo que ahora queda es confiar en la experiencia y buen hacer de los primeros ejecutivos de las entidades involucradas en este movimiento para que diseñen con brillantez el proceso de integración y la conduzcan con la pericia de los campeones. Los interesados así lo esperan. |