Hoy en día, las tecnologías de certificados digitales e infraestructuras de clave pública (PKI), aún siendo tradicionales en el mundo de la seguridad, parecen estar ganando terreno en las operaciones de las empresas. Este incremento en su uso, ya sea en lo relativo a procesos de autenticación, cifrado o firma electrónica, está impulsado por diversas normativas y regulaciones de aprobación reciente que hacen prever incluso un mayor desarrollo futuro. La elección y el uso adecuado de los distintos tipos de certificados digitales existentes en el mercado, en relación a las distintas funciones para las que son utilizados exige un examen cada vez más pormenorizado a fin de alcanzar el conocimiento necesario para evaluar apropiadamente los diferentes riesgos a los que se expone la organización.
