Y este sano proceder, debería calar también en los políticos que gestionan las administraciones españolas, tan dados al espectáculo público y al tiempo, tan poco diligentes en mejorar muy por lo menudo el servicio a los ciudadanos, algo que no se puede hacer sin tener un plan realista (no faraónico, que es cosa distinta) para aplicar las TIC con sabiduría en la modernización de la casa por dentro.
La Ley de acceso de los ciudadanos a los servicios públicos, que como es sabido, no tiene respaldo presupuestario definido, es magnífica en su objetivo; pero dada la vergonzosa falta de liderazgo actual para orquestar el esfuerzo de todos (administración general, autonómicas y municipales) en su aplicación, corremos el riesgo de que su indeterminada puesta en práctica cueste mucho, se retrase más y a nadie deje satisfecho, convirtiéndose así en otra iniciativa pública PROFAFA (con este palabro me refiero a las que se quedan en PROmover, FAvorecer y FAcilitar...), muy propias de este país, trufado de ínsulas y particularidades. Todavía no han visto la luz los desarrollos reglamentarios necesarios: reglamento general, esquema nacional de interoperabilidad, esquema nacional de seguridad... Bonita manera de empezar. Menos mal que siempre nos quedará 2009, año en el que a lo mejor los que gobiernan las Administraciones caigan en la cuenta de que el DNI electrónico lo hizo la Policía para que se usara, no para otras cosas. |