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Como si de agua y aceite se tratara, esta alérgica y recurrente relación se muestra especialmente patente cuando los comerciales a quienes se les encomienda vender ‘hierro’ y ‘logical’ para atender esta característica, se ven abocados a compartir en su catálogo las tecnologías y soluciones propias del almacenamiento clásico –algo exhaustas, la verdad– con sofisticadas soluciones y herramientas de protección TIC. ¿El resultado de sus acciones de venta?: sofoco y atragantamiento total a la hora de exponer su argumentario comercial, y subsiguientemente, exiguas perspectivas de éxito.
Este fenómeno ha venido causando abundantes y, en algunos casos, estrepitosos fracasos en el colectivo de empresas que conforman el mercado de la oferta: las compañías desarrolladoras, los integradores y los mayoristas. A la mente de todos nos vienen cercanos ejemplos. Fusiones mal digeridas y peor integradas, errónea segmentación de ámbitos, dificultad de comprensión de las tecnologías y sus destinatarios apropiados, conflictos de interlocución, segmento sobredimensionado y escaso de márgenes, comisiones desequilibradas, refracción a la sofisticación del mensaje con la llegada de piezas legales y normativas concernidas... ¿Es posible enmendallo? Sí. La próxima oportunidad se está gestando precisamente ahora. El nuevo intento de maridaje viene auspiciado por Mambo Technology. Al hilo de que este mayorista especializado en seguridad TIC está en pleno proceso de integración –a instancias del Grupo DCC irlandés– con otro veterano mayorista europeo, Distrilogie, éste sí totalmente identificado con el almacenamiento y las infraestructuras TI, conforma una pintiparada ocasión para aventurar que esta vez sí podría cuajar el intento de sintonizar ambas ‘sensibilidades tecnológicas’ con el objetivo expreso de resultar fecundas en la cuenta de resultados del nuevo proyecto.
Más allá de las bondades de la operación –dotarse de músculo financiero–, lo interesante del ‘nuevo experimento’ de integración es que quien fuera presidente de la adquirida Mambo, Alexis Brabant –un avezado y solvente emprendedor del sector de la seguridad–, es a quien precisamente se le ha encomendado pilotar la Dirección General de la nueva Distrilogie. Permaneceremos atentos a su evolución.

*EL NECESARIO MARIDAJE*
A los profesionales de la seguridad TIC siempre nos ha causado perplejidad constatar la miope valoración que del servicio de la ‘disponibilidad’ suelen hacer gala todos aquellos actores que mercan y trajinan con tecnologías de almacenamiento, proceso y transmisión en las que este objetivo de la seguridad de la información juega un papel trascendental, cuando no crítico. Es aquí cuando el fenómeno visual del trío y el burdégano toma plena carta de naturaleza y, qué le vamos a hacer, con una frecuencia desmesurada. No hay manera de que dicho servicio se vea percibido como uno de los que vertebran el trípode sagrado de la protección –junto a los de ‘confidencialidad’ e ‘integridad’– y, que por tanto, es una característica indisociable a la conformación de un entorno seguro.	LUIS G. FERNÁNDEZ Editor lfernandez@codasic.com
Como si de agua y aceite se tratara, esta alérgica y recurrente relación se muestra especialmente patente cuando los comerciales a quienes se les encomienda vender ‘hierro’ y ‘logical’ para atender esta característica, se ven abocados a compartir en su catálogo las tecnologías y soluciones propias del almacenamiento clásico –algo exhaustas, la verdad– con sofisticadas soluciones y herramientas de protección TIC. ¿El resultado de sus acciones de venta?: sofoco y atragantamiento total a la hora de exponer su argumentario comercial, y subsiguientemente, exiguas perspectivas de éxito. Este fenómeno ha venido causando abundantes y, en algunos casos, estrepitosos fracasos en el colectivo de empresas que conforman el mercado de la oferta: las compañías desarrolladoras, los integradores y los mayoristas. A la mente de todos nos vienen cercanos ejemplos. Fusiones mal digeridas y peor integradas, errónea segmentación de ámbitos, dificultad de comprensión de las tecnologías y sus destinatarios apropiados, conflictos de interlocución, segmento sobredimensionado y escaso de márgenes, comisiones desequilibradas, refracción a la sofisticación del mensaje con la llegada de piezas legales y normativas concernidas... ¿Es posible enmendallo? Sí. La próxima oportunidad se está gestando precisamente ahora. El nuevo intento de maridaje viene auspiciado por Mambo Technology. Al hilo de que este mayorista especializado en seguridad TIC está en pleno proceso de integración –a instancias del Grupo DCC irlandés– con otro veterano mayorista europeo, Distrilogie, éste sí totalmente identificado con el almacenamiento y las infraestructuras TI, conforma una pintiparada ocasión para aventurar que esta vez sí podría cuajar el intento de sintonizar ambas ‘sensibilidades tecnológicas’ con el objetivo expreso de resultar fecundas en la cuenta de resultados del nuevo proyecto. Más allá de las bondades de la operación –dotarse de músculo financiero–, lo interesante del ‘nuevo experimento’ de integración es que quien fuera presidente de la adquirida Mambo, Alexis Brabant –un avezado y solvente emprendedor del sector de la seguridad–, es a quien precisamente se le ha encomendado pilotar la Dirección General de la nueva Distrilogie. Permaneceremos atentos a su evolución.