BOE, un ejemplo casi perfecto

Lo publicado en la edición electrónica del BOE surte ya los mismos efectos que lo publicado en la de papel –reducida a la mínima expresión–, un ejemplo “casi casi” perfecto que ilustra el horizonte dibujado en la LAECSP. ¿Y por qué decimos “casi casi”? Pues porque es una tarta sin guinda.
JOSÉ DE LA PEÑA MUÑOZ
Director
jpm@codasic.com
¿Cuál hubiera sido, a nuestro modo de ver, la guinda de esta simbólica tarta? Sencillo: que los responsables del BOE, visto que era necesario incorporar productos criptográficos al sistema de información tecnológico en que se basa el servicio, hubieran considerado uno “made in Spain”. Pero la herramienta elegida ha sido el HSM Luna SA, de la norteamericana SafeNet, que dispone de la certificación FIPS 140-2 nivel 3.
En España tenemos el HSM Cryptosec, de Realsec, que también dispone de la certificación FIPS-2 nivel 3 y que está en proceso de evaluación para obtener la certificación Common Criteria EAL3. Además, en una próxima versión, el fabricante pretende sacarlo al mercado con las certificaciones FIPS-2 nivel 3 y Common Criteria EAL4 a la vez. (Léase de paso lo que al respecto de las adquisiciones de productos para uso en las Administraciones Públicas se dice en el documento tentativo de Esquema Nacional de Seguridad que anda ya por los despachos).
Vaya por delante que no es pretensión de quien esto escribe hacer publicidad de las prestigiosas compañías aludidas (hecho, por otra parte, inevitable), ni poner en entredicho la decisión del BOE, ya que la competencia técnica profesional de quienes allí trabajan está fuera de duda, al igual que el conocimiento de sus necesidades y cobertura de requisitos en este significativo proyecto, cuyos detalles técnicos de trazo fino SIC ignora. No. Lo pretendido es llamar la atención sobre la necesidad de tener presente que hay que valorar y dar oportunidades a la industria española, especialmente a aquellas empresas que llevan años en el mercado, que crean puestos de trabajo, que desarrollan tecnología avanzada en un entorno adverso -como el español-, que tienen clientes, que exportan, y que, además, invierten para que sus productos dispongan de certificaciones reconocidas internacionalmente en los mercados. Otros países de nuestro entorno político y económico lo hacen. Y sin complejos.

 

<volver